El sureste mexicano: botín trasnacional
Carlos Fazio
La Jornada - Rebelión.org
27 de agosto del 2002
Foro ALCArajo: Mensaje 583
En algunas misiones diplomáticas acreditadas en México
existe un renovado interés por saber qué va a hacer el
EZLN en respuesta a un previsible fallo adverso de la
Suprema Corte de Justicia sobre la legalidad de la
contrarreforma constitucional en materia indígena.
También ha despertado expectativa el sorpresivo cambio
de mando administrativo del Plan Puebla-Panamá (PPP),
del que ha sido desplazado Florencio Salazar
(reciclado en tareas de control social de la
Secretaría de Gobernación) y cuya jefatura asumió la
cancillería de Tlatelolco.Ambos temas están ligados. Y los dos tienen que ver
con los planes hegemónicos de Estados Unidos para toda
la región. También con la traición foxista en materia
de contrarreforma eléctrica que, vía la modificación a
los artículos 27 y 28 constitucionales, pretende abrir
el sector energético al capital privado trasnacional.
No se trata de ninguna teoría de la conspiración; los
hechos están ahí. Las contrarreformas indígena y
eléctrica forman parte de un mismo paquete que
incluye, además, un reposicionamiento
logístico-policiaco-militar contrainsurgente en el
corredor istmo de Tehuantepec/Cañadas (Chiapas) en el
marco del PPP, diseñado con la debida anticipación y
sigilo para adoptar acciones preventivas y/o
quirúrgicas de tipo relámpago con fuerzas
aerotransportadas, según requiera la situación.Con sus enormes recursos naturales y minerales (agua,
bosques, biodiversidad, petróleo, gas natural), el
macizo montañoso central húmedo de la selva maya -que
abarca los Chimalapas y la selva Lacandona en México y
se extiende por todo el Corredor Biológico
Mesoamericano- es el gran botín del que quieren
apoderarse Washington, las compañías trasnacionales y
personeros de la oligarquía mexicana. Las razones son
obvias. El agua, como recurso, puede traducirse en un
gran negocio para compañías privadas del ramo de la
construcción (megaproyectos carreteros, represas,
interconexión eléctrica con Centroamérica,
infraestructura técnica), entre las cuales figuran las
dos veces rescatadas ICA y Tribasa, y del ramo
cementero, en particular Cemex (Lorenzo
Zambrano/Amigos de Fox), que contarán además con
subsidio oficial, garantía legal y seguridad represiva
para sus inversiones, vía el Ejército y la Policía
Federal Preventiva.El agua es también un recurso indispensable para el
desarrollo de las agroindustrias trasnacionales, que
necesitan sistemas de riego para sus plantaciones en
las planicies y sus invernaderos. Igual ocurre con
compañías embotelladoras de bebida, como Coca-Cola
(Fox vis à vis Zedillo/Union Pacific), que tras la
victoria foxista incrementó sus instalaciones en
Chiapas al obtener un cambio de uso de suelo para
extracción, procesamiento y embotellamiento de agua en
el acuífero más rico del valle de Jovel (San Cristóbal
de las Casas), ubicado en las faldas del Huitepec, una
reserva ecológica administrada por Pronatura (ONG
conservacionista, cuyos fondos provienen, en parte, de
Coca-Cola México).A su vez, la biodiversidad, con sus bancos genéticos,
es el gran bocado apetecido por la industria de la
biotecnología (con ramificaciones en la farmacéutica,
salud humana y armas biológicas), que de tiempo atrás
viene desarrollando actividades de bioprospección
(biopiratería, biopatentes) en todo Chiapas, en
particular en Montes Azules, mediante corporaciones
multinacionales como Novartis, Monsanto y la mexicana
Pulsar (Savia/Géminis) de Arturo Romo (Grupo
Monterrey/Amigo de Fox).La riqueza en biodiversidad es también un objetivo
geoestratégico de Washington, que viene siendo
trabajado desde hace algunos años por diplomáticos de
la embajada de Estados Unidos en México, y mediante
continuas misiones en la selva Lacandona y la cuenca
del Usumacinta de representantes oficiales y/o
encubiertos de la USAID (Agencia para el Desarrollo
Internacional del gobierno de Estados Unidos), con sus
"proyectos sociales" de infraestructura
transfronteriza.Ese proyecto de saqueo cuenta además con "socios" en
organismos internacionales bajo control de Estados
Unidos (como el Banco Mundial y el Banco
Interamericano de Desarrollo, patrocinadores del PPP),
y con los servicios in situ de ONG "pantalla", como la
californiana Conservation International.Los nexos entre contrarreforma indígena, privatización
eléctrica, agua, biodiversidad y contrainsurgencia
están presentes también en un megaproyecto binacional
del PPP, previsto a corto plazo: la construcción de un
complejo hidroeléctrico en la cuenca del Usumacinta
(el Sistema Usu/Tulha), que constará de cinco presas.La obra faraónica, que comenzará en la frontera entre
el Petén guatemalteco y Marqués de Comillas, Chiapas,
y terminará en Tabasco, provocará la inundación de un
área calculada en 12 mil kilómetros cuadrados,
afectando 800 sitios arqueológicos y asentamientos
cooperativistas con más de 50 mil personas,
ocasionando pérdidas en millones de árboles de madera
preciosa y vida silvestre. Eso explica, en parte, por
qué el municipio de Ocosingo, Chiapas, y el
departamento del Petén, en Guatemala, son las regiones
más militarizadas de Mesoamérica. Y por qué deben
ahogarse "legal" y militarmente las aspiraciones
autonómicas y el derecho a la autodeterminación de los
poblados mayas de Montes Azules y el Usumacinta:
porque son un dique a los planes de rapiña del gran
capital.
http://www.rebelion.org/argentina/foro270802.htm
